COLOMBIA (BusinessCol, 15 de Octubre de 2015) La Isla brilla como Capital Gastronómica del Caribe tras la victoria de sus representantes en Taste of Caribbean, la competición más importante de la regiónPuerto Rico tiene muchas razones para proclamarse Capital Gastronómica del Caribe. Con un deslumbrante racimo de restaurantes de primera categoría, chefs formados en las cocinas con más estrellas Michelin del mundo, reconocimientos en competiciones de nivel regional y una cocina única nacida de las raíces española, africana y autóctona, la Isla se ha convertido en un atractivo destino para gourmets.
Puerto Rico está siendo testigo de un resurgir de la cocina boricua, que integra pasado y futuro al incorporar toques de innovación a los sabores tradicionales. El talento nacional ha comenzado a reivindicar su espacio y, siguiendo el camino que en la década de los 80 inició el chef Alfredo Ayala, está protagonizando una nueva revolución culinaria. Prueba de ello es la reciente victoria de sus representantes en Taste of Caribbean, la competición gastronómica más relevante en la región. Jonathan Hernández fue distinguido como Mejor Chef del Caribe. Asimismo, también fue destacado, junto con el resto de integrantes del Equipo Culinario Puerto Rico 2015, con la Medalla de Oro en la categoría de Equipos.
Todo ello posibilita que la Isla cuente con una oferta gastronómica muy diversa. Chefs con una enorme personalidad culinaria regentan locales con una carta muy atractiva: desde la alta cocina y el ambiente elegante de restaurantes como Augusto o Fern Restauranthasta otros de herencia española, como Mi Casa o Bodegas Compostela, pasando por espacios más innovadores como el bistro vegetariano Verde Mesa o el italiano La Piccola Fontana.
A la inquietud de aquellos paladares que se planteen conocer el país a través de sus sabores, se une el hecho de que muchos de estos templos culinarios se encuentran en lujosos complejos hoteleros, como el original Perla del hotel La Concha. Diseñado por Jorge Rosselló, este local presenta una cuidada decoración inspirada en el mar, que se prolonga gracias a sus vistas al Caribe. De este modo, la ubicación en estos resorts permite degustar la cocina puertorriqueña en parajes de particular belleza. Además, este tipo de emplazamiento ofrece un marco excelente para reuniones o comidas de negocio. En los últimos años, grandes multinacionales se han afincado en el país atraídos su atractivo régimen fiscal para la inversión extranjera, la capacitación de su capital humano, su infraestructura o su experiencia manufacturera.
Sabor con nombre propio
Dentro de este renacer de la gastronomía puertorriqueña, destaca un nutrido plantel de chefs de reconocimiento internacional y formados entre los mejores fogones del mundo.
José Santaella, que regenta en San Juan el restaurante homónimo y es el chef principal del ACC Cooking Group –la principal empresa de catering gourmet del Puerto Rico–, es un referente en el país. Formado en Barcelona, Nueva York y San Francisco con maestros como Ferrán Adriá (elBulli), Eric Ripert (Le Bernardin) o Gary Danko (The Dining Room), marca tendencia gracias a sus novedosas propuestas.
Juan José Cuevas es chef principal del Hotel Vanderbilt y de su restaurante 1919, uno de los más aclamados tanto por el público como por la crítica. Volvió a Puerto Rico tras una larga y exitosa trayectoria en algunas de las cocinas más nobles del mundo. Se formó con Pedro Subijana en Akelare (España), y ha trabajado, entre otros, para Santi Santamaría en Can Fabes (España) o para Alain Ducasse en el Essex House de Nueva York, y fue parte del equipo creativo de Dan Barber en el icónico Blue Hill de Nueva York.
Junto a estos, hay más nombres para apuntar en este fervor de la nueva cocina criolla-boricua, como Wilo Benet. Su restaurante Pikayo, en el Hotel Condado Plaza Hilton, ha sido reconocido en numerosas ocasiones por la crítica internacional gracias a su nu + mix global cocina, una fusión de ingredientes exóticos que aúna los sabores de Europa del Este y África con la tradición puertorriqueña. Del mismo modo, cabe reseñar el trabajo de Mario Pagán en Laurel, emplazado en el Museo de Arte de Puerto Rico en San Juan. El local es el escaparate de su concepto "Nuevo Caribe de cocina", inspirado en la gran cantidad de ingredientes frescos que ofrece la Isla a lo largo del año.
Un punto de encuentro
Pero en la oferta gastronómica de la Isla no solo sobresalen los chefs locales. El país también ha sabido atraer al talento internacional. Así, el chef español de nacionalidad estadounidense José Andrés regenta, en el hotel Dorado Beach Ritz Carlton Reserve, Mi Casa, el restaurante de sabor español más aclamado en el país gracias a sus tapas gourmet. Los amantes de la buena cocina también encontrarán una oportunidad para disfrutar en Marmalade, que dirige el chef estadounidense Peter Schintler y es muy reconocido gracias a su sopa de judías blancas o a su risotto de langosta.
No son los únicos. La alta gastronomía puertorriqueña cuenta con muchos más chefs que alimentan la buena fama de la oferta culinaria boricua. Roberto Treviño, Tino Feliciano, Ángel Santiago o Ventura Vivoni también están en las agendas de los amantes de la buena mesa que llegan a la Isla por negocios o para disfrutar de sus encantos.
Los sabores de éxito internacional también se han unido a la fiesta culinaria de Puerto Rico. El restaurante italoamericano Serafina es la última enseña de brillo mundial en instalarse en la Isla. Los propietarios de la cadena, Vittorio Assaf and Fabio Granato, no se han limitado a abrir un local en la selecta y vibrante zona del Condado, en San Juan, sino que, seducidos por los incentivos fiscales para las empresas que ofrece Puerto Rico, se han mudado a vivir al Estado Libre Asociado y han centralizado en la Isla todas las operaciones de su compañía, que cuenta con restaurantes en Estados Unidos, Brasil, India, Europa, Oriente Medio y Asia.
Puerto Rico ha conservado una tradición gastronómica heredera de las culturas taina, española y africana, ha visto cómo sus sabores se enriquecían con la creatividad de nuevos chefs apasionados que han desarrollado sus carreras en la primera fila de la gastronomía mundial y es escala preferente para las cadenas de restaurantes internacionales de moda. Una sabrosa confluencia que convierte a Puerto Rico, hoy por hoy, en la escapada gourmet más atractiva del Caribe.