COLOMBIA (BusinessCol, 23 de Abril de 2015) Estimada Mayo Clinic:

Mi madre, de 67 años de edad, recientemente fue diagnosticada con enfermedad arterial periférica. Desde hace ya meses, ella tenía dolor en la pierna y también otros síntomas. Se le recetaron medicamentos, pero el médico dijo que posiblemente necesite cirugía. ¿Qué implica esa operación, y existen otras alternativas de tratamiento?Respuesta: Dr. Randall De Martino, Cirugía Vascular, Mayo Clinic de Rochester, Minnesota

 

Las personas que padecen enfermedad arterial periférica, las arterias estrechadas restringen el flujo sanguíneo hacia brazos y piernas. Cuando las extremidades no reciben suficiente sangre, se pueden desencadenar varios síntomas, siendo los más comunes, dolor en la pierna al caminar, calambres en las piernas al realizar actividad y entumecimiento o debilidad de esta. Cuando no se trata la enfermedad, el dolor y los demás síntomas pueden empeorar a medida que transcurre el tiempo. 

 

El tratamiento de la EAP incluye realizar cambios en el estilo de vida y administrar medicamentos. Ambas terapias son todo lo que muchas personas necesitan para controlarla, pero cuando no bastan, posiblemente se recomiende el procedimiento para destapar las arterias obstruidas (angioplastia). La cirugía de derivación o baipás de la arteria obstruida o estrechada puede ser otra buena alternativa de tratamiento en algunos casos de enfermedad arterial periférica.  

 

Los cambios en el estilo de vida generalmente pueden ayudar a aliviar los síntomas y lentificar el avance de la enfermedad. Fumar es uno de los mayores factores de riesgo para la EAP y normalmente conduce al estrechamiento y daño de las arterias. Si su madre fuma, dejar de hacerlo es una de las medidas más importantes que debe tomar para combatir la enfermedad arterial periférica.

 

Por otro lado, el ejercicio también puede ayudar, generalmente mediante un programa de caminatas. En muchos casos, caminar durante 30 minutos diarios, al menos tres veces por semana, acondiciona los músculos para que utilicen mejor el oxígeno extraído de la sangre. Eso puede reducir el dolor y los demás síntomas, permitiendo que quienes padecen la enfermedad caminen distancias mayores. Si su madre aún no lo ha hecho, le sugiero conversar con el médico para elaborar un plan de ejercicio que se ajuste bien a sus necesidades.   

 

Los medicamentos también pueden reducir los síntomas. Por ejemplo, los fármacos como el cilostazol y la pentoxifilina, pueden mejorar el flujo sanguíneo y ensanchar los vasos sanguíneos. La terapia con aspirina generalmente sirve para prevenir coágulos sanguíneos en quienes padece la enfermedad arterial periférica. Además, se suele también recomendar medicamentos para controlar otras enfermedades que contribuyen a esta (como la hipertensión, la diabetes y el colesterol alto).

 

Cuando los cambios en el estilo de vida y los medicamentos no mejoran los síntomas la angioplastia podría ser una buena alternativa. En ese procedimiento, el médico introduce en los vasos sanguíneos una pequeña sonda, llamada catéter, y la guía hasta la arteria estrechada. Una vez allí, se infla el pequeño globo colocado en la punta del catéter para presionar la obstrucción contra la pared arterial y destapar la arteria a fin de aumentar el flujo sanguíneo. El médico también puede introducir en la arteria un dispositivo de malla, conocido como estent, para mantenerla abierta. La angioplastia normalmente se realiza como procedimiento ambulatorio, o sea que no requiere internamiento hospitalario durante la noche.

 

En ciertas situaciones, tales como la obstrucción completa de la arteria, una angioplastia infructuosa, o cuando el estent no es adecuado, la cirugía de derivación o baipás puede ser lo recomendable. En la cirugía de baipás, el cirujano extrae un vaso sanguíneo de otra parte del cuerpo, o emplea un vaso sanguíneo artificial, para derivar la sangre de la arteria obstruida. Los resultados de la cirugía de baipás suelen ser más duraderos que los de la angioplastia, pero es un procedimiento más invasivo que requiere internamiento en el hospital y un período de recuperación más largo.

 

La alternativa de tratamiento que su madre elija posiblemente se basará en la gravedad de la enfermedad arterial periférica, en la ubicación de las arterias obstruidas, en sus preferencias personales y en otras afecciones que padezca. Recomiéndele que, antes de tomar la decisión, primero revise con el médico todas las alternativas y converse sobre los riesgos y ventajas de cada una de ellas.

 

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