COLOMBIA (AndeanWire, 26 de Agosto de 2014) La menopausia es, de por sí, una palabra temida que ninguna mujer quisiera oír. Se le asocia con múltiples problemas de salud que afectan la vida de quien la presenta y, erróneamente, se asocia con vejez y pérdida del atractivo femenino.Sin embargo, cada mujer vive su menopausia de manera distinta. Si bien hay quienes sufren de limitantes trastornos durante ese período, otros organismos reaccionan de manera más benigna.
Se trata de un proceso natural que, más tarde o más temprano, llegará y que se evidencia con síntomas físicos claros, como la suspensión de la menstruación. Pero, en un alto porcentaje de las pacientes se observan también otros síntomas de tipo sicológico, tales como cambios en el estado de ánimo, incluyendo irritabilidad, depresión y ansiedad. Todo ello deriva en un deterioro de la calidad de vida que hace indispensable la intervención de un especialista que ayude a sobrellevar el peso que esa mujer está cargando, en muchos casos, sola, sin apoyo familiar.
Para conocer más acerca de este tema conversamos con el doctor Matthew W. Robertson, MD, presidente del Departamento de Cirugía Ginecológica de la Clínica Mayo de Jacksonville, Florida.
1) Doctor, ¿qué ocurre químicamente durante la menopausia?
Debido a la insuficiencia ovárica folicular, los niveles de FSH (hormona folículo estimulante) se elevan y los niveles de estrógeno disminuyen.
2) ¿Cuáles son los primeros síntomas? ¿Hay un pre-fase?
La transición o fase previa a la menopausia ("perimenopausia") comienza, en promedio, cuatro años antes del último periodo menstrual. Durante este tiempo ocurren muchos cambios fisiológicos, incluyendo los ciclos menstruales irregulares, sofocos, trastornos del sueño, síntomas del estado de ánimo y sequedad vaginal.
3) ¿Es posible predecir exactamente cuándo va a aparecer?
No es posible predecir con certeza cuándo se producirá el último ciclo menstrual.
4) ¿Cuáles son los factores que influyen en la aparición temprana o tardía de la menopausia?
Puede haber un componente genético que hace que miembros de la familia a menudo experimenten la menopausia en un periodo similar. Aunque el momento de la menopausia no se puede predecir con absoluta certeza, varios modelos intentan lograrlo e incluyen elementos tales como diversos niveles hormonales; recuentos de folículo ovárico; síntomas vasomotores y los cambios en los ciclos menstruales.
5) ¿Qué se puede hacer para minimizar los síntomas más severos de la menopausia tales como sofocos, irritabilidad, falta de deseo sexual y sequedad vaginal?
Muchos de estos síntomas pueden responder a la terapia de reemplazo hormonal y/o a una clase de medicamentos conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina. Estos fármacos deben tomarse sólo después de consultar con un médico, para discutir sus riesgos y beneficios.
6) ¿Existen otras consecuencias (de la menopausia) no tan conocidas o discutidas?
Sí. Los cambios cognitivos, el dolor articular, depresión, migrañas, cambios en la densidad ósea y cambios en el metabolismo de los lípidos. Todos ellos pueden ocurrir con la menopausia.
7) ¿Alguna dieta especial para recomendar que pueda ser beneficiosa?
En general se recomienda que todas las personas consuman una dieta anti-inflamatoria; el ejemplo más cercano es la dieta mediterránea.
8) ¿Es efectiva la terapia de reemplazo hormonal? ¿Existen contraindicaciones?
La terapia de reemplazo hormonal suele ser bastante eficaz. No se recomienda para las mujeres con una historia actual o pasada de cáncer de mama; de enfermedad coronaria; con historial de accidente cerebrovascular, coágulos de sangre o de ataque cardíaco previo; o personas con alto riesgo de desarrollar estos problemas.
9) ¿Son eficaces los tratamientos alternativos? ¿Para quiénes están recomendados?
La efectividad de las terapias alternativas es difícil de evaluar con certeza debido a que muchos de estos tratamientos no han sido sometidos a rigurosos ensayos clínicos. Estos incluyen -pero no se limitan- a los estrógenos de origen vegetal (fitoestrógenos), que se encuentran en alimentos como la soja, garbanzos, lentejas, linaza y el trébol rojo. Los tratamientos a base de hierbas, como la cimicifuga racemosa también se han utilizado; algunos estudios sugieren que no es más efectiva que el placebo.
Por último, algunos medicamentos normalmente utilizados para otros fines se han considerado para ayudar en el problema de los sofocos; estos incluyen la gabapentina y varios antidepresivos.